Suetonio, el historiador cuya obra es más cuento que historia.

Cayo Suetonio Tranquilo, como era su nombre, fue parte de la orden ecuestre de la antigua roma, léase, era niño rico, y fue historiador y biógrafo romano. Uno supondría que sus obras entonces deberían de ser consideradas como una gran fuente de indudable y objetivo conocimiento. Pero, como ya sabemos, con los griegos, las cosas no siempre son lo que deberían ser, tal como Suetonio debería haber sido militar, como su padre antes que él, pero, en vez de eso el afortunado joven fue mandado a Roma para estudiar retorica, literatura y gramática.

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Suetonio

Este junior vivió alrededor de 70 – 126 d. C y fue gracias a sus amistades que logró obtener muchas cosas a través de los años, por ejemplo, al hacerse amigo de  Plinio el Joven, Suetonio logró que le dieran un beneficio destinado a los padres de más de tres hijo y que lo recomendaran al emperador Trajano (el juego de las recomendaciones ya existía en ese entonces), pero no solo eso, sino que también logró que se le diera, eventualmente, el trabajo de biógrafo de los cesares.

A Plinio el Joven, se le acabó lo joven y falleció, lo cual hizo que Suetonio corriera con Cayo Septicio Claro quien a su vez consiguió que el emperador Adriano nombrase a Suetonio encargado de la correspondencia, un puesto de gran confianza e importancia, gracias al cual nuestro historiador logró también tener ingreso a los archivos históricos de todos los cesares.

Existe el rumor que bajo el mando de Adriano Suetonio no pudo tener las manos quietas cuando se trató de la esposa del emperador: Vibia Sabina, otros dicen que Adriano simplemente quería tener a su esposa aislada del mundo. Cualquiera que haya sido la razón para esto, el historiador y su amigo terminaron perdiendo el favor del emperador y, por ello, fueron expulsados de la Corte.

La buena suerte de Suetonio salió a relucir de nuevo en ese momento, ya que si bien fue una desgracia para él ser expulsado de la Corte, también le sirvió para concentrarse en la escritura de sus obras, donde le sirvió mucho todo el conocimiento que había reunido a través de su trabajo como encargado de la correspondencia. Así que Suetonio hizo honor a su nombre, permaneciendo muy tranquilo durante lo sucedido.

Tiempo después, Los 12 cesares vería la luz. Sin embargo, si bien fue gracias a esta obra que se conocen varios datos de los cesares bibiografiados (Biografió desde Julio César (12 – 44 a.C.)  hasta Domiciano (51 – 96 d.C.), en su obra se narraban más cuestiones anecdóticas y superficiales que cuestiones histórica, a sea que podríamos considerar a Suetonio como el inventor de las revistas de chismes.

Si bien se mantiene un grado de objetividad en la obra pero se cree que hubo cuestiones que pudieron ser inventadas en ésta, por lo cual se indica que Los 12 cesares no es para tomarse literalmente, ya que es, primeramente, una obra literaria, más que una histórica.

Claro que los personajes de los que nos habla Suetonio tendrían influencia en años posteriores, llevándonos a dos figuras de los cesares, como ocurre con Nerón: Por una parte es esa encarnación del mal, que fornicaba con su madre y era culpable del incendio de Roma, y, por otra, es el emperador humano que vivió entre los años 54-68.

Para saber más les proporcionamos un extracto de su obra:

Suetonio. Nerón Claudio. Los 12 Césares

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