Teócrito fue un poeta griego, creador de la poesía bucólica que nació en Siracusa, actual Italia en el 310 a.C. y murió en el 250 a.C.
La importancia de éste poeta se remite a que fue el fundador de la mencionada poesía bucólica que no es otra cosa más que el reflejo de una vida campesina, desarrollada en un ambiente natural y rústico, dónde la temática a tratar es el amor y la belleza natural, Teócrito buscaba retratar el entorno y la época en que vivió, lo hizo tan bien que más tarde influyó a otros poetas como Longo y Virgilio llegando incluso a ser el modelo a seguir del Renacimiento.
En cuanto a su obra se conservan veinte de sus epigramas y treinta Idilios. Pero ¿Qué es un idilio? la palabra procede de un diminutivo griego que significa «pequeño cuadro» más tarde en latín se empleó para referirse a poemas de corta extensión , finalmente tras ser usado en los poemas de Teócrito acabó adquiriendo el significado de relación amorosa pues como ya veremos en el Idilio XI el poeta tenía cierta fijación con los entornos naturales y el amor.
El Idilio XI de Teócrito es una de sus obras más llamativas y estudiadas, en ella encontramos el mito de Galatea y Polifémo representados ahora en un poema bucólico, el poema es calificado de tener estructura cíclica y una cuidada composición pero sobre todo llama la atención la singularidad de su protagonista que en su canto se lamenta de un amor no correspondido.
Pero antes de hablar del poema de Teócrito hablaremos un poco del mito en el que está basado para entender un poco más.
Pues bien, en la mitología griega Galatea era hija de Nereo y de una divinidad marina siciliana, poseedora de una belleza indescriptible, como es común entre los griegos, su piel era de un blanco casi total y habitaba en el suave y apacible mar. En contraste Polifemo era un cíclope hijo de Poseidón y de una ninfa llamada Toosa, pero no se dejen engañar, que fuera ninfa no quiere decir que también fuera hermosa, pues Polifemo sacó los ojos, o mejor dicho el ojo de su madre quien era un monstruo gigante con sólo un ojo.
Bueno pero como ya sabemos en los mitos griegos la apariencia no importa porque todos tienen su corazoncito y Polifemo podía amar ardientemente a Galatea aunque ésta a su vez le entregara su corazón al bello Acis, hijo del dios Pan y otra ninfa al parecer más bonita que Toosa.
Para no extendernos demasiado un día Polifemo descubre a los felices amantes en una orilla del mar y en un arranque de celos le lanza una roca a Acis quien es aplastado en el instante. Pero Galatea que no se conforma con perderlo para siempre acude a Toosa y le pide que lo convierta en un río de limpias aguas que después llevara su nombre.
Entonces volviendo al poema, se dice que su tesis se encuentra en los primeros seis versos y se resume al siguiente fragmento:
«Ninguna otra medicina; Nicias, hay contra el amor, ni ungüento, creo yo, ni polvo alguno, sólo las Piérides”
Pero ¿Quién es Nicias? Antes de suponer que se trata del general y estadista de la Antigua Atenas, se cree que el personaje oculto tras el nombre de Nicias es Arato de Solos, un médico poeta que compuso la Phaenomena y con el que se cree Teócrito tenía una relación amistosa.
Entonces Teócrito para comprobar que no hay nada que hacer para aliviar el amor utiliza a Polifemo para demostrar que lo que dice es verdad.
“Aquí en Sicilia el Cíclope afamado
Polifemo el de antaño, a la garrida
Galatea siguiendo enamorado”
Pero como ya se ha dicho, Teócrito prefiere situar a Polifemo en un ambiente bucólico y no sólo eso, Teócrito además le da una curiosa voz a Polifemo situándolo en el papel de campesino.
“¿Por qué, cándida ninfa Galatea,
Del que rendido te ama huyes esquiva?
Tu pura tez cual requesón blanquea,
Y más que un ternerillo eres altiva”
En los siguientes versos Teócrito hace lo suyo describiéndonos una vida campesina a través de los lamentos de Teócrito
«¿Quién vivir en el mar a tal prefiere?»
…
«¡Triste de mí! ¡Por qué no vine al mundo
Con aletas de pez?»
…
“Ve a pacer conmigo mi rebaño,
Y la leche a ordeñar y a hacer el queso”
No por nada Teócrito se convirtió en el fundador de la poesía bucólica pues como se puede apreciar en éste poema, así como en otros nueve, Teócrito defiende a capa y espada la vida natural y campesina que trata de describir como lo mejor, tanto así que Polifemo se atreve a proponerle una vida campesina a Galatea para ver si así por fin le hace caso.
“¡Triste Cíclople, Cíclope! ¿Tu juicio
A dónde huyó? Mejor es que recuerdes
De tejer canastillas el oficio
Y a tus ovejas cortes ramas verdes.
Ordeña el animal a tu servicio:
Tras la cabra del monte ¿a qué te pierdes?
Hallar es fácil otra Galatea
Que más hermosa y menos fiera sea”.
Enlace.IDILIO XI. EL CICLOPE
Soun
Referencias:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/teocrito.htm
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http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/grecia36/